De la adaptación al día a día en las escuelas infantiles

¿Has conseguido una plaza en una guardería pública? Ahora debéis preparaos para temido primer día. La primera separación será difícil… Después, una vez pasado el periodo de adaptación, tendrás que adaptarte a los horarios de la guardería: ¿qué? ¿almuerzan a las 14? ¿y la merienda a las 16? ¡No son los mismos horarios que en casa!  
Pronto te darás cuenta que tu hijo se hará rápido a los horarios de la guardería. La vida junto al resto de niños será el día a día de tu hijo, y él estará bien. 

Los primeros días en la guardería: ¡una nueva vida!

Incluso con una niñera, la adaptación es necesaria y esencial, porque el niño debe acostumbrarse a un nuevo lugar, nueva gente (¡mucha!), nuevos sonidos, nuevos olores ... y, sobre todo, ¡a la ausencia de su mamá!

No es sólo una adaptación, si no que también es la primera separación de su madre.

Según los expertos, alrededor de los 8 meses es aún más complicado, debido a la "angustia del octavo mes" o el "miedo a lo desconocido". 

Durante la adaptación, tendrás que explicarle al personal los hábitos de tu hijo, y tú tendrás que aprender los de la guardería. 

La separación se debe hacer de manera gradual, en un periodo de 5 a 10 días de media:  los primeros días podemos llevar al niños a la guardería unas pocas horas e ir aumentando el tiempo progresivamente hasta que se vaya acostumbrando. 

Si el niño entiende podemos hablar con él y explicarle que lo va a pasar genial y que hará nuevos amigos. Como nos cuenta esta mamá en su blog, siempre hay que enfocar el tema de manera positiva. También podemos permitirle llevar su peluche favorito, esto le dará seguridad.

Cuando el niño regrese de la guardería es importarle dedicarle mucho tiempo: jugar con él, ir al parque, leerle un cuento, etc.  Si le apetece, podéis hablar de lo que ha hecho en la guardería, pero nunca forzarle a ello.

Si os interesa el tema, en este blog una mamá psicóloga os deja algunos consejos para superar con éxito el periodo de adaptación. 

El día a día de tu hijo en la guardería

En la guardería hay que respetar un ritmo. Los bebés comen y duermen a demanda, pero en cuanto sean un poco mayores los horarios de las comidas y siestas serán comunes para todos. 

Las mañanas
Cuando lleves a tu hijo por las mañanas, te recomendamos que le cuentes al personal si ha pasado una mala noche o si está de mal humor. Una vez dentro, le propondrán distintas actividades (manualidades, cuentos, bailar, etc.). Pero, ¡nunca se le debe imponer ninguna! 

Las comidas
Pronto tu hijo aprenderá a comer solo. 
Cuando son bebés tú decides todo lo relacionado con las comidas: la leche, el número de tomas, etc. La guardería no debe darle alimentos que no hayan probado antes en casa. 
Cuando sean algo más mayor, tu hijo comerá igual que el resto de compañeros.

Las siestas
Al principio puede que a tu hijo le cueste descansar en una guardería, demasiado ruido... Pero pronto se acostumbrará al ruido. Para facilitarle la siesta puedes aportar su saco de dormir. Para los más mayores, este descanso les vienen muy bien para recobrar energías. 

El aseo
Según la edad del niño tendrán que cambiarle el pañal, otros utilizarán el orinal, otros ya usan directamente el váter... Es importante que tu niño regrese bien aseado, aunque en las guarderías a veces es difícil dedicarle el tiempo suficiente a cada niño. 

Las salidas
En el momento de la salida de la guardería, podrás hacer una recapitulación del día. Podrás preguntar por los menús, si ha dormido... No dudes en preguntar todo aquello que te preocupe, sobre todo, "¿Lo ha pasado bien?"