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Un joven para cuidar de tus hijos.
Tienen entre 16 y 18 años, suelen ser estudiantes de secundaria o bachillerato, y estos son sus primeros años de experiencia como canguro. A menudo se les llama recomendados por amigos de la familia o por otros padres, que conocen muy bien a los jóvenes. Este es el primer tipo de canguro.
A menudo son muy populares entre los niños que los ven más como un hermano o hermana mayor que como una persona que tiene autoridad sobre ellos. Los padres no siempre confían en canguros tan jóvenes si no los conocen. Sin embargo, algunos son perfectamente capaces de cuidar a los niños. A veces, en el caso de las familias numerosas, ya tuvieron la oportunidad de ocuparse de sus hermanos y hermanas.
¿Elegir un estudiante como canguro de niños? ¿en serio?
Los padres que contratan canguros adolescentes, lo hacen, por lo general basados en las habilidades de esta persona.
Se trata principalmente de cuidados por períodos cortos, cuando no hay necesidad de llevar a los niños fuera de la casa. Este es el caso de los servicios de canguro durante la noche, requieren menos experiencia. A veces los niños ya están en la cama y la niñera sólo cumple el papel de presencia responsable.
En caso de problemas, es la encargada de llamar a los padres que acudirán lo más rápido posible.
Testimonio de Eduardo, alumno de un instituto de secundaria
Comencé a cuidar niños un poco antes de mis 15 años. De hecho, mis parientes eran muy amigos de nuestros vecinos y regularmente mi hermana Sofía iba a su casa para cuidar a sus hijos. En una ocasión mi hermana se puso mala justo la tarde que tenía que ir a cuidarlos. El trabajo era sencillo, los niños (4 y 6 años) ya habían comido y sus padres los habían acostado ya, así que mi madre les propuso a los vecinos que yo sustituyera a Sofía. Aceptaron: saben que normalmente me ocupo de mis hermanos y hermanas pequeños, ¡somos 6 en la casa! Fue mucho más fácil que lo que imaginaba: fui a desearle buenas noches a los pequeños, luego, ya en el salón, me dispuse a ver una película que los padres habían dejado para mi. En caso de problemas tenía sus 2 números de teléfono móvil y ellos sólo tardaría 5 minutos en llegar. Todo fue de maravilla, sólo tuve que cantarle una canción a María porque se había desvelado: se durmió de nuevo en seguida. Tengo que decir que la conozco bien: ¡a menudo la veo en el parque jugando con mis hermanos pequeños!