Paula, madre de día certificada en Madrid

¡Hola!

Mi nombre es Paula y soy Madre de día en La Casita Boreal. Soy una persona muy activa, alegre y optimista. Todos mis años de búsqueda y construcción de mi trayectoria vital y profesional han desembocado en este proyecto, que he sacado adelante con muchísima ilusión y cariño. Respecto a mi formación (en lo relativo a la infancia) soy Educadora Infantil, futura Educadora Social y Monitora de Ocio y Tiempo Libre. Tengo amplia experiencia en el trabajo con la infancia, sobre todo a nivel de cuidados y socioeducativo.

Creo en las metodologías que ponen al niño y a la niña en el centro y que confían en su capacidad para aprender y desarrollarse, por lo que el juego libre, sin intervención (aunque siempre supervisado) es sumamente importante en mi proyecto. Para ello trato de utilizar materiales naturales y lo menos estructurados posible. También le doy mucha importancia al uso y a la fabricación de juguetes con materiales reciclados, ya que la sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente son un pilar fundamental en mi vida.

A este respecto, la conexión con la naturaleza me parece algo fundamental para el desarrollo de cualquier ser humano, y creo que la vida en la ciudad en muchos casos nos aleja de ella. Por eso, aparte de las salidas diarias, La Casita Boreal cuenta con un luminoso patio en el que podremos cuidar del huerto urbano, reconectándonos con los ciclos de la naturaleza, disfrutar de los olores de las diversas flores y plantas aromáticas o ver qué se siente al probar una fresa o uno de los limones del limonero.

En lo que respecta a mi enfoque pedagógico me gusta incorporar elementos de diversas metodologías para adaptarlas a mi propia personalidad y manera de trabajar. Nunca dejo de formarme y actualizarme. Por mencionar algunas de estas metodologías, me siento muy conectada con el enfoque Reggio Emilia y con la metodología de Emmi Pikler, basada en el movimiento libre.

Por último, y al respecto del nombre de mi proyecto, contaros que hace unos años viajé a Islandia. Fue un viaje muy especial en el que me di cuenta de lo desconectada que estaba de la naturaleza. Allí recuperé esta conexión, además de tener la suerte de vislumbrar la Aurora Boreal, tan llena de vida, color y paz. En su honor le he puesto el nombre a mi casita, ya que creo que la luz, el color, la naturaleza y la paz son atributos que pueden definir mi proyecto, de una u otra manera.

Si quieres conocerme y visitar el espacio no dudes en ponerte en contacto conmigo.

¡Por aquí os espero!