Irene, servicio de canguro en Arzua

Soy una chica de 27 años con múltiples inquietudes. En mi formación destaca el interés por la educación desde niña. Ser maestra para mí significa invertir los años en uno de los trabajos más nobles que existen, una labor muy sacrificada cuando se tiene el compromiso con la sociedad de moldear la conducta y el aprendizaje de quienes serán los profesionales del futuro.

En el año 2011 comencé una de las etapas que más me aportó a nivel personal y académico hasta ahora: 4 años estudiando Educación Infantil, con mención especial en educación sonora y visual. El conocimiento en profundidad de los aspectos más básicos de la educación, posibilita que mi visión de la misma sea
integradora e interdisciplinar. Las artes, las ciencias y el dominio de la lengua constituyen los pilares básicos para la formación del individuo. Además, creo en una educación basada en valores que no deje de lado la parte emocional. Educar sin implicaciones afectivas, no contribuye al pleno desarrollo de la persona.

Motivada por buscar nuevos horizontes en mi formación, en 2016 comienzo un máster centrado en aspectos del lenguaje y sus dificultades. La constante formación es mi máxima y la única clave para lograr un buen trabajo como educadora.
Fuera de la educación reglada he tenido la oportunidad de trabajar en labores de cuidado infantil, lo que me ha permitido observar en primera persona aspectos básicos en el desarrollo de la personalidad: cómo se relacionan, cómo afrontan un conflicto... en definitiva, la vida a través de los ojos de un/a niño/a.

Actualmente y debido a mi situación, considero que es el momento idóneo para seguir adentrándome en el mercado laboral. Soy una persona dinámica, con ganas de trabajar y con intención de crecer en el ámbito personal y laboral.

Tengo mucho que aportar, me queda mucho por aprender