Lidia, madre de día certificada en Castelldefels

¡Hola! Mi nombre es Lidia Durán, en octubre cumpliré 33 años y estoy en una fase maravillosa de mi vida. Hace 10 años me gradué en Direccón Hotelera por la Universidad Autónoma y trabajé unos años en el sector Empresa, fue por aquel entonces cuando mis lecturas y mi curiosidad me llevaron a encontrar mi verdadera vocación. Decidí estudiar Psicología en la Universidad Ramón Llull, graduándome en 2015. Desde entonces he trabajado como profesional de la psicología en distintos ámbitos, la mayoría de ellos con NIÑOS/AS.
He viajado a distintos lugares de Europa haciendo wwoofing, que es un intercambio de trabajo por alojamiento y dietas. Durante esta experiencia he podido estar con muchos niños y niñas de diferentes lugares y he podido conocerlos directamente en su entorno familiar, me apasiona poder formar parte de sus vidas aunque sea aportando un granito de arena.
Ahora me encuentro en una nueva fase profesional ya que he decidido hacerme autónoma y trabajar por mi cuenta en mi centro de psicología situado en Castelldefels. Hasta ahora mi trabajo era en diferentes entidades educativas como escuelas, institutos y CRAES, por este motivo mis horarios también cambian y ahora mi disponibilidad es de mañanas para trabajar con vosotros como madre de día.

A nivel personal también me encuentro en una nueva fase, ya que estoy construyendo mi propia casa junto a Pablo, mi chico! ¡Es una casa de madera, paja y adobe! completamente sostenible y pasiva.
Estoy segura de que este trabajo como cuidadora (nanny) puede complementarme a la perfección en esta nueva etapa.
Soy una amante de lo natural, una friki de la alimentación consciente y sin tóxicos, me apasiona leer, escribir y contar cuentos que yo misma invento. También me gusta crear espacios harmoniosos en los que los niños/as puedan jugar o hacer sus tareas. Soy muy precavida y siempre priorizo la seguridad ante el riesgo de cualquier incidente.
Me gusta tratar a los niños de tú a tú, hablándoles con mucha paz y tranquilidad y como lo haría a cualquier otro adulto (sin usar palabrejas, claro está), pero en mi opinión no es necesario hablar como si nosotros los adultos fuéramos bebés porque eso no les ayuda en su desarrollo pedagógico. Lo que sí necesitan es que nos impliquemos en sus juegos, haciéndonos partícipes de su realidad (como un niño más).

Respecto a los límites, para mí es una imprescindible que las normas existan y que haya que cumplirlas, sobre todo por el bienestar del niño, pero no me gustan los gritos.

Por último y como apunte por si es necesario, tengo permiso de conducir desde hace diez años y coche propio.

Espero que os guste mi perfil y que os animéis a poneros en contacto conmigo!
Muchas Gracias!