Maria, cuidado de niños ocasional en Girona

Querida familia,
Mi nombre es María Serra. Soy de un pequeño pueblo llamado Camprodon. Mis padres aman la naturaleza por lo que crecí en medio de la montaña en una casa de madera con la compañía de una manada de caballos.
Mis padres están divorciados des de que tenía 6 años y los dos viven en medio de la montaña. Mi padre lleva un negocio en un pueblecito donde tiene unos 25 caballos viviendo en libertad. Tengo 4 hermanos, con los que me llevo muy bien con ellos. Tres, son mayores que yo y una es más pequeña (nos llevamos 15 años de diferencia de edad).
Como dije anteriormente, nací con caballos, por lo que siempre me encantó su compañía, ya que son animales sensibles y es fácil conectarse con ellos. Desde niña monto a caballo y de la misma manera disfruto estar con ellos y me encanta cuidarlos. Además, siempre me gustó cantar y escribir y eso es algo que nunca he dejado de hacer.
Trabajo desde los 15 años como monitora en un campus, en el cortijo de mi padre, haciendo actividades con caballos. Solíamos tener unos 9 niños a la semana. Ahí se hacían actividades des de las 9 de la mañana hasta las 11 de la noche. Los niños tenían entre 6 y 17 años. Todos aprenden a montar y a hacer rutas y, al final de la estancia, hacen una exhibición a caballo. Es un trabajo en el que hay que tener mucha paciencia y mucha experiencia para tranquilizar a los niños una vez montados a caballo. Hay que tener cuidado con los caballos porque son animales y también asustan; hay que ser consciente de cómo se siente cada niño y cada caballo. Además, hicimos actividades divertidas como: nadar en el río, actividades de competición y diferentes deportes, gymkhanas, yoga para relajarnos, pintamos camisetas, jugamos juegos nocturnos... Pero una de las cosas más importantes es que los organizamos en grupos que tenían diferentes responsabilidades cada día como preparar la mesa, lavar los platos, limpiar el comedor… Cuando llegaba la hora de dormir, tenía que ayudarlos a cepillarse los dientes, ponerse el pijama, preparar la ropa del día siguiente y muchos de ellos me pedían dormir acompañados ya que la mayoría por la noche tenían miedo o echaban de menos a sus padres.
Una de las razones por las que quiero ser niñera es porque creo que brindar apoyo y cuidar a los niños es muy importante para hacerles saber que estarás allí en caso de que lo necesiten. Siempre me siento apoyada por mis padres y ellos me dieron confianza en mí misma desde pequeña y eso es algo por lo que siempre estoy agradecida. Además, cuando tengo que tomar decisiones importantes, sé que me darán confianza. Entonces, cuando un niño está en pleno crecimiento, tiene dudas de cómo hacer las cosas y si las está haciendo bien o mal y ahí es cuando hay que apoyarlo.
Por presentarme un poco, cuando tenía 16 años, decidí irme a estudiar sola a la ciudad y esa decisión cambió mi vida por completo. Ahora soy más independiente y responsable que entonces. Soy una persona sensible, por lo que para mí es fácil entender las emociones de los demás y, por eso, mis amigos dicen que soy una persona que da confianza. Considero que soy una persona fuerte y valiente. Si me propongo algo, ten por seguro que alcanzaré mis objetivos.
He cursado un grado superior en Barcelona de imagen personal y ahora vivo en Girona y estoy haciendo 1º de Grado de Trabajo Social en la UdG.
Así que, esto es una pequeña parte de mi vida, ojalá nos podamos encontrar y así explicaros más sobre mi.
Atentamente, María.